Aspectos Relevantes


8.1 Deporte.
• Héroes deportivos

- Víctor Pecci

Ex – tenista profesional paraguayo, nacido el 15 de octubre de 1955 en Asunción. Es considerado el mejor tenista paraguayo de la historia, ya que llegó a ocupar el puesto número 9 en el ranking mundial en 1980. El mejor momento de su carrera fue en el torneo de Roland Garros de 1979, cuando llegó a la final y fue derrotado por el tenista sueco Björn Borg. En su camino a la final, derrotó al semifinalista (Corrado Barazzutti) y al finalista (Guillermo Vilas) de la edición anterior en sets corridos.

TÍTULOS INDIVIDUALES (Ganador)

ATP Tour



Finalista en individuales (1979)
• Roland Garros (pierde ante Björn Borg)
• Queen's Club (pierde ante John McEnroe)
• Washington (pierde ante Guillermo Vilas)
• Johannesburgo, 27.11.1979 (pierde ante Andrew Pattinson). Superficie: Cemento. Resultado final: 6-2, 3-6, 2-6, 3-6

• Kid Pascualito.

Valentín Galeano, mejor conocido como Kid Pascualito, nació el 16 de diciembre de 1941 en Paraguarí y falleció en el Hospital de Clínicas de Asunción el 13 de marzo de 2006. Es reconocido como el ídolo máximo del boxeo en el Paraguay. A lo largo de su carrera, totalizó 136 combates, de los cuales ganó 85 (59 por la vía del cloroformo), empató 20 y perdió 29. Combatió 978 asaltos, y logró vencer en el 43 por ciento de sus peleas por fuera de combate (K.O).
Peleas por la Corona Sudamericana:
- 13 de septiembre de 1968, GPP a Jorge Barcia de Chile.
- 30 de abril de 1969: GPP a Víctor Cárdenas, de Argentina
- 4 de setiembre de 1969 le dio la revancha a Barcia y volvió a ganarle por puntos.
- 18 de diciembre de 1969: GPP a Arlindo Borges de Brasil.
- 8 de julio de 1970: GPP a Hugo Bidyerán de Argentina.
Cabe destacar que, a excepción de los campeonatos de basquetbol, Kid Pascualito era el icono del deporte que más gente atraía al famoso estadio “Comuneros”, donde la gente formaba filas inmensas solo para verlo pelear.

•Romerito.

Julio César Romero, mejor conocido como “Romerito”, oriundo de Luque y nacido el 28 de agosto de 1960, es un ex jugador de fútbol que cumplía la función de mediocampista en las décadas del ’70 o ’90. Es considerado, por mucha gente como uno de los mejores jugadores de la historia del futbol paraguayo. En 1985, fue elegido como el mejor jugador sudamericano y en el Fluminense Football Club es reconocido como el mejor jugador de su historia, ya que fue de vital importancia para la conquista del único Campeonato Brasileño de Serie A.
Logros:
- 1979: Copa America con la Selección Paraguaya.
- 1980, 1982: NASL CHAMPION, con el New York Cosmos de los Estados Unidos.
- 1984: Campeonato Brasilero Serie A y el Campeonato Carioca, ambos con el Fluminense FC.
- 1985: Campeonato Carioca con el Fluminense FC.
- 1989: Recopa de Europa con el FC Barcelona.
• Eventos Deportivos Históricos
- Campeón Copa América 1953

La competición fue llevada a cabo en Lima, Perú. Aunque lo estimado era que el país organizador fuera Paraguay, por problemas de infraestructura esto no pudo ser posible, por ende la sede del certamen pasó a Perú. Lo curioso es que la Selección Paraguaya se consagró campeón del torneo, trayendo así la primera “Copa América” al país.

Los participantes fueron Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador. Este torneo no contó con la participación de dos poderosos equipos: el argentino y el colombiano.
El torneo dió inicio un 22 de febrero y finalizó el 1 de abril. Se jugaron 22 partidos y hubo 67 goles.

Campeón Copa América 1979

Se disputó entre el 18 de julio y el 12 de diciembre. Se jugaron un total de 25 partidos con 63 goles en todo el campeonato. Uno de los artilleros fue el paraguayo Eugenio Morel, con 4 goles. Los países participantes fueron Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Sin lugar a dudas, el año 1979 trajo mucha alegría al futbol paraguayo, porque además de obtener la segunda Copa América, el Club Olimpia obtuvo su primera Copa Libertadores, un torneo continental de clubes. Esta copa no tuvo sede fija.

- Campeón Basquetbol Masculino 1955

En agosto del ’55, el seleccionado paraguayo de varones se consagraba Campeón Sudamericano en la Ciudad de Cúcuta, Colombia. Consistía un plantel de doce jugadores (Arístides Isasi, Jorge Bogado, Antonio Zapattini, Oscar Bogarín, José Emilio Gorostiaga, Julio Cesar Ré, Rubén
Olavarrieta, Abel González, Roger Camacho, Américo Bacigaluppo, Francisco Yegros y Aparicio Velázquez.) El papel de director técnico lo desempeñaba Oscar Amarilla, con la ayuda del Prof. Sindulfo Aveiro Stark, el preparador físico.

8.2 Literatura.

En estos tiempos los literatos se vieron afectados por la represión del dictador Stroessner.
Estos no podían escribir de ciertos temas, porque sabían que las consecuencias que debían pagar eran duras, dolorosas y a veces llevaba a la culminación de sus vidas.
Este alto precio no paraba a algunos literarios ya que querían expresarse, rebelarse u opinar al régimen.
Los temas de los cuales no se podía hablar eran de los defectos del Partido Colorado en sí, del propio general y a favor del Partido Liberal.
Los que vivían en el país durante la década del Stronismo, y se rebelaban contra el régimen, escribían de una manera tal, que exaltaba tanta rabia a los que estaban en el poder, porque leían cosas que eran la realidad, cuales ellos no querían aceptarla, era irreal. Esta rabia que a causa de expresarse, opinar y decir lo que ellos pensaban cobro vidas de muchos excelentes paraguayos y agraciados literarios.

Los que no recibieron tortura física en el Paraguay, tuvieron que lidiar con el exilio como Agusto Roa Bastos.

Los literatos exiliados escribían sobre la tremenda y agonizante nostalgia que sentían hacia su país, y como saber desde afuera que los que seguían ahí recibían castigos que no merecían.
Daban su punto de vista del régimen, y dejaban en claro que ese era su país, dirigido por gente malvada, cuales algunos llegaron a decir que los mismo no eran paraguayos.

• La literatura durante la dictadura de Alfredo Stroessner

Las letras sufrieron la represión de la dictadura. No podía ser de otra manera. Todo el conjunto de las ideas del régimen era contrario a la crítica, a la libertad y a cualquier modo de expresión que no fuera la “verdad oficial”.
Había temas directamente prohibidos, que acarreaban consecuencias duras, penosas y a veces se pagaba hasta con la vida el desafiar los límites que imponía la dictadura.
Aún pese a la represión, numerosos exponentes de las letras nacionales desafiaron, la mayor parte de los casos desde el exilio, al Dictador.
Los que no recibieron tortura física en el Paraguay, tuvieron que lidiar con el exilio como Augusto Roa Bastos o Casaccia. En la década del 70 exponentes del Movimiento Universitario, como Juan Manuel Marcos y otros también partieron al exilio.
Los literatos exiliados, escribían sobre la tremenda y agonizante nostalgia que sentían hacia su país, y como saber desde afuera que los que seguían ahí recibían castigos que no merecían.
El poder social y político, en términos de control, ejercido sobre Paraguay por Gaspar Rodríguez de Francia (1814-1840) y, más tarde, por Alfredo Stroessner (1954-1989), se manifestó de dos formas: como poder coercitivo (control físico directo) y como poder discursivo (control de las mentes y de las acciones). El discurso manipulativo de ambos gobiernos dictatoriales, condicionó el comportamiento de los dominados a partir del abuso de poder y los intereses de los dominantes. La relación entre el discurso y el poder es la conexión que aparece involucrada, sin lugar a dudas, en la dominación discursiva y es una de las preocupaciones fundamentales de Roa Bastos en su novela Yo el Supremo (1974). Las situaciones de sujeción padecidas por los(as) paraguayos(as) durante el tiempo de las dos largas dictaduras mencionadas, condujo al Paraguay a un irreversible cierre hacia el exterior (y hacia adentro) y la atomización de su cultura. Es cierto que con los ensayos de los gobiernos democráticos que han surgido en Paraguay, después de la caída de Stroessner, el país ha podido salir tímidamente de su concha de caracol. El logro fundamental al respecto se ha materializado con la reciente promulgación de la Ley de Lenguas.
El destierro y los actos de discriminación siguen condicionando el desarrollo social, político, lingüístico, literario y cultural, en general, del Paraguay. Por otro lado, el modelo sojero y agroindustrial es considerado por algunos paraguayos como una “alternativa” económica para el país. Sin embargo, con este modelo se constituyen “cárceles interiores” que aíslan, cercenan y desplazan de sus tierras a comunidades enteras de indígenas y de campesinos. Además, ha contribuido al aislamiento y a la amenaza de la soberanía territorial, alimentaria y lingüística del Paraguay, la ocupación de las zonas fronterizas (Alto Paraná, Canindeyú, Alto Paraguay) por colonos extranjeros (la migración masiva hacia el Paraguay), por grupos diversos, en especial, brasileños y menonitas, los más numerosos y problemáticos asentados en el país.

• El exilio de dentro

El “exilio de dentro” es una especie de metáfora que remite a las condiciones de los novelistas (escritores, en general) que se quedaron en el país y que siguieron escribiendo, a pesar de las limitaciones que les imponía el medio político-cultural. Es cierto que el régimen totalitario sentía en cualquier denuncia social, aunque fuera a través de la literatura, un potencial peligro y amenaza. De allí, el aparato represivo dictatorial empleaba todos los medios posibles para reprimirla, porque veía en ella un acto político. De hecho, el novelista se sentía, a su vez, amenazado físicamente en cualquier momento y, por lo tanto, se condenaba al silencio, a vivir en un mundo cerrado, en el ‘exilio interno’.

• El exilio de fuera.

Se trata de una verdadera situación de destierro vivida por Casaccia, José María Rivarola Matto, Lincoln Silva (Argentina) y Roa Bastos (Argentina, Francia y España). Evidentemente, éstos no son los únicos novelistas paraguayos que continúan escribiendo a pesar de la traumática experiencia del exilio, ya que, lejos de su país, se ven libres del suplicio de la autocensura y de las demás restricciones.
Es cierto que el exilio político es una dura prueba que no sólo cambia la vida del escritor sino también su concepción de ver el mundo.
En el exilio, el novelista paraguayo pudo entrar en contacto con nuevos ambientes culturales, distintos espacios y, sobre todo, con las recientes prácticas y experiencias de la escritura moderna, por lo tanto, adquirió una nueva sensibilidad que se fue evolucionando e incorporando a su hacer creativo. En efecto, gracias a la dolorosa experiencia del exilio, la escritura de muchos novelistas paraguayos se vio madurar considerablemente, como es el caso de Casaccia, Roa Bastos, Bareiro Saguier, Rivarola Matto, Lincoln Silva, entre otros narradores y novelistas. El exilio fortaleció su personalidad, desarrolló su horizonte mental y anímico y, de hecho, ensanchó su propia visión del mundo. Sin embargo, esto no significó en absoluto que renunciaron por ello a sus raíces ni perdieron su identidad; al contrario, ésta se enraizó todavía más en lo más profundo del ser del creador. De modo general, la experiencia del exilio fue positiva en el plano artístico e intelectual. Casi todos los novelistas desterrados lo afirmaron.

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