El régimen de Stroessner pudo permanecer en el poder durante más de 35 años porque, de manera hábil, logró combinar los intereses en el poder de tres estamentos: las Fuerzas Armadas, de las que él era representante, la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) y la estructura gubernamental. Stroessner era, a la vez, el jefe de los tres sectores de poder. Ejercía el cargo de Presidente de la República, por lo cual disponía a su antojo de la estructura gubernamental, con todo lo que ello implica, era militar de profesión y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación (facultad otorgada por la Constitución Nacional) y controlaba el Partido Colorado, al que estaba afiliado, desde su condición de Presidente Honorario del mismo. En su persona se concentraban las fuerzas y poderes.
LAS FUERZAS ARMADAS: en primer lugar, luego de la prolongada guerra civil del 47, el Ejército realizó la purga de los elementos denominados institucionalistas, quedando solo aquellos que adhirieron al bando triunfante. Luego, mediante un cuidadoso pacto de privilegios y prebendas, los sobrevivientes se sometieron al dictador, recibiendo a cambio numerosas parcelas de poder, negocios, tierras, debiendo para ello incorporarse al Partido Colorado. Se identificaban las Fuerzas Armadas con un partido político.
EL PARTIDO COLORADO: al contrario de muchos otros dictadores, Stroessner no creó una nueva estructura política o partido para gobernar. Utilizó el Partido Colorado con ese fin. Para eso realizó una lenta pero progresiva tarea de adecuación y eliminación de disidentes2. Numerosos sectores críticos fueron eliminados en el curso de su gobierno y, con toda seguridad, los opositores más feroces al régimen, y al mismo tiempo, los perseguidos con más saña, estaban en el Partido Colorado.
El Partido, de raigambre popular campesina, le proveyó a Stroessner de una base política y le permitió la formación de los cuadros que utilizó en la administración gubernamental. Era casi imposible ser funcionario público sin estar afiliado al Partido Colorado y menos aún posible ingresar a las Fuerzas Armadas. De ese modo, el Partido operaba como una especie de filtro y un condensador de la ideología oficial.
El partido Colorado era el legitimador del régimen ante la sociedad civil y proveía los cuadros políticos. Muchos colorados eran utilizados por los organismos de represión en condición de agentes secretos o soplones o “pyragues”, informantes silenciosos que permitían a la Policía y a los organismos de represión mantener la disciplina en la sociedad, mediante la aplicación de castigos de variada severidad a los disidentes o críticos.
Los afiliados colorados eran reiteradamente movilizados, tanto en su condición de afiliados como en su condición de funcionarios públicos, tanto para generar actos multitudinarios de respaldo a Stroessner como para enfrentar a los opositores (ejemplo los funcionarios de la APAL3 o los garroteros del célebre Ramón Aquino, presidente de Seccional de la Chacarita, que más de una vez reprimieron a la oposición en la Universidad Católica, que estaba radicada en su vecindad)
Al mismo tiempo, el Partido usaba los recursos del Estado para hacer que el sistema de prebendas llegara a la sociedad civil sobre la base de la sujeción a los organismos de base llamados “Seccionales”. Los Presidentes de Seccionales, representaban al Partido Colorado en cada barrio o ciudad, eran mucho más que autoridades políticas. Ellos recomendaban para el ingreso a la función pública, repartían víveres, solucionaban problemas de los vecinos del barrio, repartían remedios, etc. Eran una especie de comisarios políticos locales con medios materiales para obtener el favor de la población. Si con eso no era suficiente, se recurría a la represión.
Lentamente, el Partido Colorado fue perdiendo su identidad para casi convertirse en el Partido Stronista. Esta situación llevó a una crisis final que se desato en 1.987 cuando lucharon por el poder partidario los llamados Tradicionalistas (colorados Stronistas, pero colorados primero) contra los Militantes Combatientes Stronistas (que eran primero Stronistas y luego colorados.) Esta división generó el clima necesario para que el régimen perdiera legitimación que propició el golpe de estado de 1989.
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