Hemos decidido investigar sobre una época histórica del Paraguay que podemos denominar Stronismo. Se inicia con el ascenso del general Alfredo Stroessner a la presidencia de la República en 1954 por medio de un golpe de estado y termina en 1989 con su derrocamiento por medio de otro golpe de estado.
Este estudio podría titularse “El autoritarismo en la historia reciente del Paraguay”, o también “La dictadura de Stroessner” y sin embargo, pertenece a una época extensa del país que se inicia con la participación directa del estamento militar en la vida política paraguaya a partir de 1936 (golpe de febrero), se consolida con la carta política de 1940 y se cristaliza con la llegada al poder de Alfredo Stroessner.
Los orígenes de esta época son más lejanos que aquel día de 1954 en que Stroessner toma el poder, tienen que ver con el movimiento mundial que puso a las ideologías fascistas y comunistas a disputar la preeminencia en el mundo con la democracia y que terminan, vaya paradoja, cuando en el Paraguay cae Stroessner en el mismo año en que cae el muro de Berlín, símbolo máximo del sistema soviético socialista que se derrumba definitivamente.
La siguiente razón que justifica nuestra elección es que se trata de un prolongado periodo de tiempo durante el cual los sistemas políticos, económico, social y educativo del Paraguay estuvieron sometidos a un modelo de dominio político que denominamos Stronismo, sobre el cual la polémica es inevitable, dado que numerosos actores de dicha época aún están vivos y las investigaciones históricas y la aplicación de la ciencia a los hechos bajo estudio aún están por hacerse.
Consideramos que es apasionante dirigir una mirada a hechos que pertenecen a un pasado que no hemos vivido directamente pero cuyas consecuencias aún se proyectan sobre nuestra generación y adquieren diversas formas que tienen el ropaje de corrupción, manoseo de los derechos humanos elementales, crisis profunda del sistema educativo y, fundamentalmente la necesidad imperiosa que tenemos de que las élites ( los grupos de personas mejor preparadas) logren poner en la agenda la construcción de un modelo de país que sea viable de conformidad a nuestra realidad económica y social.
La construcción de ese modelo requiere como una de sus partes fundamentales el diagnóstico de nuestra realidad y parte de esa realidad la debe constituir el conocimiento profundo y desapasionado de este tiempo que conocemos como Stronismo que aún hoy divide a las generaciones que nos preceden. Consideramos también que es muy importante que la juventud actual pueda analizar los hechos que vamos a narrar con absoluta objetividad y desprovista de cualquier componente emocional, para extraer las conclusiones que nos van a servir para proyectar en el tiempo el país que nosotros pensamos, para las siguientes generaciones. Esta tarea nos exige ser extremadamente claros y severos con los legados del Stronismo porque de la corrección de los males instalados por este régimen depende en buena parte los sucesos y bonanza del Paraguay. Queremos dar un testimonio modesto pero firmemente convencido de que el Paraguay es una tarea de todos sin exclusión, y de todo tiempo, porque el desafío que tenemos como nación desde nuestra independencia es la viabilidad del Paraguay como categoría histórica.
Estamos muy seguros de que existe una cultura paraguaya que hoy se encuentra incorporada, en virtud de la revolución ocurrida en las comunicaciones a la cultura mundial y que es herencia valiosa que a su vez tiene que ser enriquecida con la incorporación permanente de nuevos instrumentos para comprender la realidad. También queremos señalar que hemos puesto muy especial interés en comprender cómo cada una de las materias de nuestro programa de estudios se involucra en un trabajo como éste.
La estadística nos ha permitido comprender diferentes informaciones relativas a la época que estudiamos; la política distinguir y clasificar cada uno de los elementos que conforman la naturaleza del régimen político que analizar; la sociología entender el funcionamiento de la sociedad paraguaya en esta época y distinguir los grupos sociales, los conflictos de clases, los roles, la interacción social, los procesos de socialización; y así cada una de las materias de la rama de humanidades nos ha ayudado con sus instrumentos a comprender la época sobre la cual vamos realizar nuestro trabajo.
Las materias denominadas científicas como la biología y la química nos han ayudado a comprender que la ciencia ayuda a la verdad histórica. De otro modo, las discusiones sobre los desaparecidos hubieran sido tan sólo una discusión ideológica. Hoy, los restos humanos encontrados en diversos lugares del país y analizados con los medios modernos de dichas ciencias nos han permitido confirmar la identidad y el trágico destino sufrido por la ciudadanía paraguaya opositora al régimen.
La economía nos ha permitido entender de qué manera las grandes obras de infraestructura influyeron en la modificación radical del sistema económico vigente en el Paraguay.
Uno es el Paraguay antes de Itaipú, otro es el de durante Itaipú y otro el transformado que emerge después de tantas investigaciones Físicas e inversiones de tantos miles de millones de dólares en dicha obra.
Nos consideramos afortunados de poder ser partícipes de una visión integrada de una época no lejana, que requiere en nuestro sistema educativo una profunda modificación para que la educación deje de ser la simple recolección mecánica de conocimientos y se convierta en el proceso en virtud del cual el educando se convierte en un ser pensante, estudioso y racional, que ocupa un lugar en el mundo, que tiene un sin número de desafíos por delante.
Queremos construir un país libre de sus defectos atávicos, que esté definitivamente al margen de la autoridad caprichosa de un dictador supremo, para el cual la ley no es más que un simple objeto carente de valor, y pretendemos contribuir a que crezca en nuestro seno una sociedad donde la virtud y la ciencia sean el signo de los nuevos tiempos. Finalmente, la razón de nuestro trabajo es el análisis y la evaluación de cómo un gobierno amoral y autoritario destruye los mismos cimientos de la sociedad libre en que la virtud y la competencia son los valores principales.
